El moldeo por compresión permite crear piezas a partir de un molde aplicando presión sobre el material. Te explicamos en qué consiste y sus aplicaciones.

¿Qué es el moldeo por compresión y para qué sirve? 

Se trata de un proceso de conformación que calienta y ablanda un material plástico para conseguir una forma deseada. El moldeo por compresión sirve para moldear piezas de materiales termoestables, como poliésteres, poliuteranos, resinas urea-formaldehído, ésteres de vinilo, resinas epoxi y resinas fenólicas, para procesar termoplásticos, elastómeros, como cauchos y siliconas para piezas de pequeñas dimensiones, y compuestos reforzados con fibra de vidrio.

El proceso de moldeo por compresión

En el moldeo por compresión se precalienta y se comprime una cantidad estimada de material de moldeo hasta alcanzar la forma deseada a través de dos moldes precalentados. 

En el moldeo por compresión, el polímero, en polvo o masilla, se introduce en un molde abierto y caliente al que luego se le aplica presión para que el material adopte la forma del molde entrando  en contacto con todas sus partes mientras mantiene el calor y la presión hasta que la resina se cure.

Este es, de forma detallada, el proceso del moldeo por compresión:

1.- Creación de los moldes: mediante procesos de mecanizado, fundición a presión o con la impresión 3D.

2.- Preparación de la máquina: realizando tareas como, por ejemplo,  la limpieza del molde o el encendido de calentadores.

3.- Preparación de la carga: se selecciona el tipo de material que se desea utilizar y se estima cuál es la cantidad que se necesita. Si la carga es demasiado grande, el material que sobre se filtra fuera del molde generando una rebaba que tendrá que ser eliminada a mano.

4.- Introducción de la carga: se coloca la carga en el centro del molde superior.

5.- Compresión de la pieza: se cierra el molde superior y se aplica presión esperando a que se forme la pieza. En algunas ocasiones, también se aplica calor durante este proceso ya que ablanda la materia prima ayudando a acelerar el proceso.

6.-  Liberación de la pieza.

7.- Limpieza de la pieza: se limpia la pieza y se elimina la rebaba que sobresale de los bordes de forma manual. 

Para llevar a cabo el moldeo por compresión se utilizan generalmente grandes máquinas industriales como las máquinas de moldeo por compresión hidráulicas industriales, prensas de mesa y máquinas de moldeo por compresión en frío o en húmedo. Además,  en este proceso también se pueden emplear pequeñas máquinas de fabricación casera, utilizadas por aquellos que trabajan en casa y aficionados al bricolaje, que  permiten  fabricar moldes complejos con una impresora 3D y software CAD e incluso, en proyectos pequeños, es posible conseguir la compresión con un tornillo de banco o con un juego de palancas. 

Las ventajas del moldeo de piezas por compresión

Entre las ventajas del moldeo de piezas por compresión podemos destacar su capacidad para moldear piezas grandes y complejas y para producir formas básicas ultra grandes imposibles de realizar con otro tipo de técnica. Además, crea piezas resistentes,  que son sólidas y duraderas y están libres de líneas de flujo y de soldadura, ofrece una gran flexibilidad de diseño, por eso es muy indicada para ingenieros y desarrolladores de producto ya que permite el diseño de moldes de compresión sencillos con software CAD, imprimidos en 3D y  dar forma a otros materiales utilizando solamente un tornillo de banco,  produce pocos residuos y es el método de compresión más rentable para piezas sencillas, grandes y planas.

Por otro lado, el moldeo de por  compresión permite obtener una producción eficiente, automatizada y en masa,  una tensión interna del producto y una deformación por alabeo bajas con propiedades mecánicas relativamente estables, un desgaste de la cavidad pequeño y un coste de mantenimiento del molde bajo. 

¿Qué productos se fabrican por moldeo por compresión?

El moldeo por compresión se utiliza normalmente para la fabricación de componentes eléctricos, por ejemplo enchufes, interruptores y sus placas y medidores, electrodomésticos y utensilios de cocina, como la vajilla, incluidos tazones, tazas y platos, piezas de dispositivos médicos y dentales, por ejemplo los émbolos de las jeringas y las mascarillas de los respiradores, dispositivos para ordenadores y videojuegos, que engloban los teclados numéricos y los mandos para videojuegos, y los engranajes. 

Este proceso también se utiliza para producir botones, hebillas, perillas o manijas, carcasas de aparatos eléctricos y grandes contenedores. 

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